Vitoria intensifica sus esfuerzos en mejorar sus infraestructuras viales

En los últimos meses, Vitoria ha intensificado sus esfuerzos en el mantenimiento y mejora de sus infraestructuras viales, abordando problemas relacionados con el asentamiento de terreno, el mantenimiento de firme y la reparación de pavimentos. Estas acciones buscan garantizar la seguridad y comodidad de peatones y conductores, así como prolongar la vida útil de las vías urbanas.

Uno de los proyectos más destacados es la renovación integral de la calle General Álava. Tras las obras realizadas en agosto de 2024 para mejorar el paso del tranvía, la vía presentaba un aspecto poco satisfactorio debido a un asfaltado provisional que generó críticas entre los residentes y comerciantes locales

En respuesta, la alcaldesa Maider Etxebarria inició conversaciones con el Gobierno Vasco para llevar a cabo una reforma más profunda y definitiva de esta céntrica calle. El objetivo es no solo mejorar el trazado del tranvía, sino también revitalizar la estética y funcionalidad de la vía, con una inversión estimada de 2,5 millones de euros.

Además de esta intervención, el Ayuntamiento ha adjudicado a la empresa Asfaltia el asfaltado de 36 calles distribuidas por diversos barrios de la ciudad. Con una inversión de 250.000 euros, estas obras, que se extenderán durante un mes, buscan el mantenimiento del firme. Entre las calles incluidas en este plan se encuentran Sierra de Aralar, Antonio Machado y Duque de Wellington, entre otras

Otra actuación relevante es la reparación del pavimento en 13 puntos críticos de la ciudad, con un presupuesto de 1.596.240 euros. Estas intervenciones se centran en zonas deterioradas por el tráfico intenso, especialmente en áreas afectadas por el paso de autobuses. Destacan las renovaciones en la calle Gorbea, un importante eje comercial, y en el aparcamiento de la calle Portal de Foronda, junto al parque de Arriaga.

Además, se han destinado 567.402 euros para corregir el deterioro del firme en la calle Zurrupitieta, en el tramo comprendido entre Lermandabide y Zuazobidea. Esta vía presentaba problemas como descarnamientos, fisuras y hundimientos, afectando la circulación en el polígono industrial de Jundiz.